En general la empleadora tiene la obligación de evitar poner en peligro la vida y la salud de la trabajadora y adoptar todas las medidas de seguridad, higiene y protección en el trabajo previstas por la ley.

Esto se refuerza en el caso de que la trabajadora esté embarazada o en periodo de lactancia y vale para todas las trabajadoras, incluidos el Minijob, trabajo en prácticas y trabajo en casa.

La mujer debe comunicar lo antes posible a la empleadora que está embarazada y la fecha probable para el parto. Desde ese momento está protegida contra el despido hasta 4 meses después del parto.

En caso de embarazo se prohibe el trabajo nocturno y en domingos o días de fiesta. Si la interesada desea trabajar entre 20 y 22 h tiene que solicitar autorización. No podrá trabajar en régimen de trabajo en cadena y está eximida de realizar trabajos costosos físicamente.

No se podrá trabajar desde 6 semanas antes del parto (salvo excepciones) hasta 8 semanas después o 12 semanas en caso de parto múltiple o complicaciones sanitarias. Durante este tiempo la trabajadora acumula días de vacaciones como si estuviera trabajando y recibe la prestación por maternidad (Mutterschaftsgeld).

Si ya antes de esas 6 semanas no puede trabajar porque las condiciones del trabajo son demasiado duras, la trabajadora recibirá un salario especial denominado Mutterschaftslohn o Arbeitsentgelt. Se puede consultar en el Ministerio de Trabajo qué tipos de trabajos no debe realizar una mujer embarazada.

 

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