Si quieres compartir un apartamento con más personas y queréis alquilar un piso juntas, se pueden realizar diferentes modalidades de contrato:
1. Todas las personas son inquilinas principales en un único contrato
En este caso todas las inquilinas son iguales y tienen los mismos derechos y obligaciones. La propietaria solo puede terminar el contrato de todas las inquilinas a la vez. Una inquilina no puede cancelar su contrato independientemente de las demás, aunque se vaya a vivir a otro sitio permanecerá en el contrato de alquiler como inquilina principal con todas sus obligaciones. Si una inquilina no paga su parte correspondiente del alquiler, la propietaria puede pedir el alquiler a las otras inquilinas. Un cambio de inquilina es solamente posible con la aprobación de la propietaria que hará un nuevo contrato para todas. Todo esto también es válido para el caso de parejas cuando el contrato está a nombre de las dos.
2. Contrato de piso compartido (WG)
En este caso cada inquilina puede mudarse independientemente del resto y para ello, incluir a otras en el contrato. Si no se encuentran nuevas inquilinas, la propietaria puede pedir esa parte del alquiler a las que no se han mudado.
3. El contrato se hace a una sola inquilina principal
En este caso la arrendadora/inmobiliaria hace el contrato sólo a una persona que se convierte en la inquilina principal y recibe un permiso para subarrendar y elegir a las subarredantarias. La inquilina principal debe pagar a la propietaria la renta completa a tiempo, independientemente de si todos los cuartos del piso compartido están alquilados o de si todas las inquilinas le han pagado puntualmente. La propietaria solo puede hacer reclamaciones contra la inquilina principal. Si el contrato entre la inquilina principal y la propietaria se cancela, todos los contratos de subalquler se cancelan también y las subarrendatarias deben dejar el piso.
4. Contrato independiente para cada inquilina
En este caso la arrendadora/inmobiliaria firma un contrato con cada persona. Las inquilinas son legal y financieramente independientes entre ellas y no tienen ninguna influencia en la elección de futuras inquilinas.
En los pisos compartidos es muy recomendable que se aclaren por escrito todos los derechos y obligaciones de las inquilinas y que se establezcan reglas de convivencia. Esto puede evitar disputas posteriormente.
Más información (en alemán) sobre las WGs aquí:
https://www.bmgev.de/mietrecht/tipps-a-z/artikel/wohngemeinschaft/